Trás dos semanas de amor intenso se empiezan a apreciar pinceladas que no van precisamente demasiado acordes con ese «modelo romántico» ficticio e ideal que hubiese querido que fuese, o al menos que existiese en el mundo real.
Algunas contradicciones apuntan más hacia el propio bienestar que hacia la abnegación en pro de la satisfacción mutua. Y es que, se vé, que todas las cosas tienen un ciclo a seguir, un cierto periodo de tiempo durante el que se inician timidamente, y continuan forjándose después hasta que queda establecido el hecho o acción, es a raíz de ahí cuándo comienza , por un lado, el mayor énfasis y su clímax, pero a continuación vendrán también los descensos en las dosis de ilusión, intensidad y como consecuencia un cierto «declive» en general entre lo que fué y lo que será a partir de ahora..
Apesadumbrada por haber perdido lo más bonito de la relación y decepcionada por el hecho de ver a «tu pareja» con una cierta ligereza de pies y ciertas acciones que antes no existian en su persona (o aún no habían tenido tiempo de darse a conocer) me planteo poner fin a éste idilio perfecto que desde luego no lo es o mantenerlo en una «segunda linea» , pero desde luego no podrá permanecer al mismo nivel que estuvo hasta ahora… después de todo nada es perfecto y ésto distará mucho de serlo, por contra percibo con cierto temor, con decepción y con cierto desconsuelo que tenderá a ser cada vez de peor calidad , más fragil e interesado.
(una mentira llamada amor )
S.Tauriz