Bernardo Bertolucci


El último emperador del cine de autor italiano

Nació en Parma (Italia) el 16 de marzo de 1940 en el seno de una familia intelectual. Su padre, Attilio Bertolucci , era un reconocido poeta y crítico de cine. Su madre Ninetta Giovanardi, daba clases de literatura. El matrimonio tuvo otro hijo, Giuseppe.

La familia se mudó a Roma cuando era adolescente, instalándose en la misma casa del barrio del TrPier_Paolo_Pasoliniastevere dónde vivía Pier Paolo Pasolini. Gran amigo de su padre , éste le brindo la primera oportunidad en el cine cuando tenía 20 años, había ganado el premio Viareggio por el libro de poemas «In cerca del mistere».

«Un día Pier me dijo: ¿Te gustan las películas verdad? Porque voy a rodar una y quiero que me hagas de asistente en la dirección se llama «Accattone». – Le dije que nunca había hecho de asistente y me respondió que él tampoco había dirigido ninguna ninguna película»




En su adolescencia había grabado cortos con su hermano en super 8, dejó sus estudios en la Universidad de Roma para poner el primer peldaño de una sólida carrera cinematográfica. Un año después rodó «la commare secca» (1962)
Impresionante historia sobre la muerte de una prostituta en un suburbio de Roma. Ganó un premio en el Festival de Venecia, pero los críticos cinematográficos italianos cargaron contra el joven director.
Esa resutó ser una constante en su vida.
Nadie es profeta en su tierra  –  y Bertolucci no fué precisamente la excepción.

Sentido de justicia

En su segundo filme demostró que era un narrador con personalidad propia: «Antes de la revolución» (1964) protagonizada por Adriana Asti, con la que tuvo un romance, explicaba como un hombre adinerado se replanteaba su vida y sus ideas trás la muerte de un amigo.

Una lucha interior que era la suya propia: Nacido en una familia burguesa se había afiliado al Partido Comunista por su sentido de justicia social y su aversión a la corrupción de la política italiana.

Los críticos volvieron a ser duros con la película (con música de Ennio Morricone), pero él no se rindió. Al poco, estrenaría dos de sus mejores trabajos: «La estrategia de la araña» (1970) y «el conformista», del mismo año. Basadas en texto de Jorge Luis Borges y Alberto Moravia, ambas son reflexiones sobre el pasado fascista de Italia y tuvieron como director de fotografía al genial Vittorio Storaro , arrancando una longeva relación profesional entre ambos a la que Bertolucci se refería, con humor, como «la más apasionada historia de amor de mi vida» .
Con el cine como el eje principal de su vida, su esposa en la vida real, la escenógrafa María Paola Maino, se encargaba de la dirección artística de sus películas.

 

 

Su filme más erótico

«El conformista» influyó decisivamente en toda una generación de directores – especialmente en Francis Ford Coppola – que la estudió antes de dirigir «El padrino» – pero el pasaporte a la fama internacional de este hombre simpático, culto y de Psicología complicada fue «El último tango en París» que ingresó en la antología de filmes escandalosos de la historia del cine desde su presentación, en el Festival de Nueva York , en 1972.

La historia narra la relación sexual al límite en un apartamento abandonado de París entre Paul , un hombre maduro y viudo, y Jeanne , una joven de 19 años. Jean Louis Trintignant y Dominique Sanda tenían que protagonizarla, pero la timidez del primero y el embarazo de la segunda hicieron que Bertolucci le enviará el guión a Marlon Brando ( que estaba en la cima de su carrera y lo aceptó encantado) y optara por Maria Schneider una actriz totalmente desconocida, para el personaje de la joven amante. Quizás el cambio en el casting fue el secreto del éxito , pero lo cierto es que el film se convirtió en uno de los grandes títulos del cine de todas las épocas. Solo en EEUU recaudo 36 millones de dólares en taquilla y opto a dos Óscar (mejor director y mejor actor)

PROHIBICIÓN Y CASTIGO

Muy diferente fue el la cosa en Italia,  donde el Tribunal Supremo ordeno la destrucción de todas las copias y condenó a Bertolucci a estar 5 años sin derechos civiles por una ofensa al » sentido común del pudor».

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Marlon Brando y Maria Schneider (El último Tango en París)

También en la España franquista prohibió tajantemente su exhibición , dando lugar al curioso fenómeno de los peregrinos del erotismo: Cientos de españoles que, cruzaban la frontera para hacer larguísimas colas y ver la peli en los cines de Perpignan.


El último Tango en París consagró a Bertolucci como el gran director de la transgresión , pero también le persiguió durante toda su vida. Hasta su Muerte en el 2011,

Maria Schneider le acusó de que el abuso que había sentido durante el rodaje de la escena en la que el personaje era sodomizado la había hundido la vida, abocandola a las drogas y el desorden mental.

continua…