Estoy distante de mi misma, no empatizo ya conmigo, creo que logre destruir esa maldita auto compasión que tanto castiga y que tanto alteró mi vida.
Ha sido como vivir en el mismísimo infierno junto al peor demonio al que jamás me enfrenté: «Yo mismo» , he sido además la persona idónea para auto-engañarme , auto-convencerme, auto-destruirme con mi propio visto bueno, con mi aprobación y beneplácito. Maldita sea la palabra misma : «Autocompasión «
En un principio uno no llega ni de lejos a imaginar cuanto dolor puedes crearte mediante pensamientos que no consideras «dañinos», al menos no en un principio. El tomar conciencia de una situación más o menos desventajosa, carente de ilusión o propósito, no es desde luego nada alentador, no motiva ni mucho menos a seguir, y uno piensa y de hecho comprueba lo miserable que es su vida, lo monótona y triste y… ¡ay dolor! «Autocompasión» – ya has sido evocada!
Suena inocente , triste pero inocua , carente de maldad y desprovista de poder, pero su apariencia no es la realidad que ella misma encierra.
Similar a una trampa , un gran cepo de metal dentado que se cierra sobre ti y se clava con todo su poder … mordisco devorador, cuanto mas intentas escapar de las fauces de hierro mas grandes se hacen las heridas, mas dolorosas profundas y sangrantes. Lo peor es que estas ahí dentro, atrapado y sufriendo y al mismo tiempo totalmente convencido de que estas en tu lugar, justo donde tienes que estar… así que el escapar ni siquiera se vé como necesidad …para que ..?
Te destruyes lentamente y te vas consumiendo en vida, sì.. lo haces tu! por no evitar, por no corregir, por no querer mirar un poco más allá… las puertas se abren, hay salidas posibles pero.. ¡no quieres mirarlas! ¡no quieres verlas! es mas cómodo seguir engañándose pensando en lo triste que es la vida… te cobijas en tu propio lamento, te acurrucas lamiendo tus heridas, creyéndose el ser más desgraciado del mundo cuando posees tantas cosas de las que otros carecen! No quieres ver, no quieres mirar, te has provocado una ceguera que tendrás que pagar muy caro.
Asi se marcha tu tiempo, así expira tu sueño, cruza la meta final herido y maltrecho, un rebelde de antaño, un loco de hoy y por siempre un extraño entre la multitud que caminas sin mirar hacia tu fin convencido de querer morir.
Estoy distante de mi misma, no empatizo ya conmigo, creo que logre destruir esa maldita autocompasión que tanto castiga y que tanto alteró mi vida por un tiempo…